Retrato de Gage con la vara. |
Sin embargo, el 13 de septiembre de 1848, la barra de hierro aparentemente se resbaló por un lado de la roca, produciendo una chispa que hizo encender la pólvora prematuramente, lo que provocó que la barra de hierro -de casi 1 metro de largo y unos 3 centímetros de diámetro- se disparase directamente hacia su cráneo, atravesando la cara del hombre por debajo de su ojo izquierdo, y salió por la parte superior de la cabeza para caer a unos 30 metros de distancia.
Su nombre era Phineas P. Gage (1823-1860), quien quedó inconsciente durante unos minutos, al despertar se subió a su carreta de bueyes y se fue a consultar al médico del pueblo. Bajo el experto cuidado del doctor local, John Harlow, logró vivir otros 12 años con un agujero en la cabeza.
Reconstrucción del accidente. |
En 1859, Gage estaba muy enfermo, padecía epilepsia, y se mudó a San Francisco para vivir con su madre, cuñado y hermana, donde un año más tarde murió. "Algunos de los efectos de plazo posterior de este tipo de lesiones traumáticas cerebrales son consecuencia de la formación de tejido cicatrizado. Frecuentemente estas cicatrices son el punto desde el cual se desarrolla la epilepsia", explica el científico.
Siete años después de su muerte, su cadáver fue exhumado a petición del doctor Harlow, y ahora el cráneo de Phineas Gage y la barra de hierro que lo hirió se exhiben en la Escuela Médica de Harvard.
FUENTES: [1] [2]
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