viernes, 18 de marzo de 2011

El hombre sin horizontes

Etienne Bottineau (1739–1789) fue un marinero mercante que decidió alistarse a la Marina Francesa para poder investigar una teoría que le rondaba la cabeza:
Un barco que se aproxima a tierra produce un efecto visible en la atmósfera que podría ser visto por un ojo experto y poder predecir la llegada de un buque antes de que sea visible en el horizonte.
Ésta interesante teoría o don, lo bautizó con el nombre de Nauscopy. Tratado por loco, abandonó la Marina y se retiró a Isla Mauricio para seguir con sus investigaciones: aguas tranquilas, cielo despejado y pocos barcos.
Costa de Isla Mauricio.

Al principio, hizo uso de su teoría para ganar apuestas en el muelle con la llegada de los barcos. Logró predecir la llegada de 575 buques, entre 1778 y 1782, incluso hasta 4 días antes de ser avistados. Dos años después, el gobernador de Isla Mauricio llegó a ofrecerle 10.000 libras y una pensión anual de 1.200 libras si revelaba su secreto, sin embargo, Bottineau rechazó la propuesta creyendo que podría hacer un gran descubrimiento científico y regresó a Francia para otorgarle ese regalo a su patria.

Por desgracia, las cosas no le fueron bien, e incluso se mofaron de él. Abandonó Francia y falleció pocos años más tarde, en Pondicherry (India) en la más absoluta de las miserias. Efectivamente...murió sin desvelar el secreto del Nauscopy.

FUENTES: [1] [2]

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