viernes, 4 de marzo de 2011

Los 12 trabajos de Heracles

Las dos columnas de Hércules: Abyla y Calpe
Heracles o Hércules como era conocido en Roma (que significa gloria de Hera), es un héroe de la mitología griega, considerado hijo de Zeus y Alcmena. Su extraordinaria fuerza es el principal de sus atributos, pero también lo son el coraje, el orgullo, cierto candor y un formidable vigor sexual. Se le considera el ancestro de los Reyes de Esparta.

Los 12 trabajos de Heracles, es uno de los relatos más famosos sobre él, narrrando la penitencia que llevó a cabo. Éste poema épico (hoy perdido) se supone escrito por un tal Peisandros de Rodas, quizás sobre el 600 a.C. Sin embargo, tal como se conservan, los trabajos de Heracles no se narran en ningún lugar único, sino que deben ser recopilados a partir de varias fuentes.

Se dice que en un ataque de locura provocado por Hera, Heracles mató a sus propios hijos y a 2 de sus sobrinos con sus propias manos. Cuando recuperó la cordura se aisló del mundo, marchándose a vivir solo a las tierras salvajes. Fue hallado por su hermano Ificles y convencido de que visitase el oráculo de Delfos. Donde la sibila délfica le dijo que tenía que llevar a cabo una serie de 12 trabajos que dispusiera Euristeo, el hombre que había usurpado su legítimo derecho a la corona y a quien más odiaba.

En un principio los trabajos fueron 10, sin embargo, en dos de ellos contó con ayuda, por lo que le fueron impuestos 2 más. El orden tradicional de los trabajos es:
  1. Matar al león de Nemea y tomar su piel
    El león había estado aterrorizando los alrededores de Nemea, y tenía una piel tan gruesa que resultaba impenetrable a las armas. Cuando Heracles se enfrentó a él por primera vez, todas las armas resultaron inútiles.

    La morada del animal tenía dos entradas: Hércules lo azuzó hasta que el animal penetró en ella, taponó una de las entradas y acorralándolo por la otra lo atrapó y estranguló. Heracles empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de vieja bruja, ayudó a Heracles a advertir que las mejores herramientas para cortar la piel eran las propias garras del león.

  2. Matar a la hidra de Lerna
    La hidra era un antiguo y despiadado monstruo acuático con forma de serpiente y aliento venenoso con multitud de cabezas. Se enfrentó a ella con una hoz y tras cortar cada una de sus cabezas, descubrió que le crecían 2 nuevas cabezas por cada una cortada.

    Con ayuda a su sobrino Yolao, que tuvo la idea de usar una tela ardiendo para quemar el muñón del cuello tras cada decapitación, cauterizando la herida y evitando así que las dos nuevas cabezas brotasen, mató así a la Hidra. Heracles tomó entonces su única cabeza inmortal y la enterró bajo una gran roca.

  3. Capturar al jabalí de Erimanto
    Criatura que causaba estragos en todo el contorno y que vivía en Erimanto. Heracles le persiguió durante varias horas, acorralándolo a una zona cubierta de nieve donde, saltando sobre su lomo, lo ató con cadenas y se lo llevó a Micenas vivo, cargándolo sobre sus hombros.

  4. Capturar a la cierva de Cerinia
    La cierva de Cerinia, tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro, estaba consagrada a Artemisa ya que era una de las 5 ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar. La cierva era muy veloz y no le fue fácil atraparla, por lo que la persiguió día y noche sin descanso hasta el país de los Hiperbóreos. Allí la capturó mientras ésta tomaba agua después de 12 meses de persecución.

  5. Limpiar los establos de Augías en un día
    Augías era un Rey de Élide, que por designio de los dioses su ganado no sufría de enfermedades, poseyendo el mayor rebaño de todo el país. 12 toros que le había regalado su padre Helios defendían al resto de la manada, haciendo que el ganado de Augías tampoco sufriera bajas por las fieras de los alrededores. Eran conocidos sus establos, que nunca habían sido limpiados. El astuto héroe cumplió su trabajo abriendo un canal que atravesaba los establos y desviando por él el cauce de los ríos Alfeo y Peneo, que arrastraron toda la suciedad.

  6. Matar a los pájaros del Estínfalo
    Eran unas aves carnívoras que tenían picos, alas y garras de bronce y cuyos excrementos venenosos arruinaban los cultivos. Allí, las aves eran demasiadas para sus flechas y su legendaria fuerza no le servía de nada.

    Entonces apareció Atenea y le socorrió dándole un cascabel de bronce y le mandó a que lo tocara desde una colina elevada, al hacerlo las aves asustadas emprendieron vuelo y nunca más se las volvió a ver en el bosque y el lago.

  7. Capturar al toro de Creta
    Heracles debía capturar a un toro que expulsaba fuego por sus narices y causaba estragos en Creta. Consiguió subir a lomo del animal y lo condujo, a través del mar Egeo, hasta Micenas.

    El toro causó estragos allá por donde pasó hasta que finalmente el héroe ateniense Teseo consiguió matarlo en la llanura de Maratón.

  8. Robar las yeguas de Diomedes
    Éste las tenía atadas con cadenas y las alimentaba con la carne de sus inocentes huéspedes. Heracles partió con un grupo de voluntarios, consiguiendo arrebatárselas a Diomedes, quien fue con su ejército a atacar a Heracles, pero él lo mató arrojando el cuerpo de este aún con vida a sus yeguas y su ejército huyó. Tras devorarlo, las yeguas se volvieron tan mansas que el héroe las pudo atar al carro de Diomedes y se las llevó a Mecenas, donde fueron regaladas a Hera. Según la tradición, Bucéfalo, caballo de Alejandro Magno, descendía de una de estas yeguas.

  9. Robar el cinturón de Hipólita
    Hipólita es la reina amazona, dueña de un cinturón mágico que le había regalado su padre, Ares, el dios de la guerra. En una versión, ésta se enamora de Heracles y le da el cinturón voluntariamente. En otra, Heracles obtenía el cinturón secuestrando a su hermana, exigiendo el cinturón como rescate, y liberándola tras conseguirlo.

  10. Robar el ganado de Gerión
    Gerión es descrito como un ser antropomorfo formado por tres cuerpos, con sus respectivas cabezas y extremidades. Heracles le mató, desgarrando su cuerpo en tres partes y tuvo que arrear el ganado hasta Euristeo.

  11. Robar las manzanas del jardín de las Hespérides
    Las Hespérides eran tres ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente. Allí, Heracles engañó a Atlas para que recuperase algunas manzanas de oro ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas. Al volver, Atlas decidió no aceptar los cielos de vuelta, y en su lugar se ofreció a llevar las manzanas a Euristeo él mismo, pero Heracles volvió a engañarlo aceptando quedarse en su lugar a condición de que Atlas sujetase el cielo un momento para ponerse su capa más cómidamente. Atlas accedió, y entonces Heracles tomó las manzanas y se marchó.

  12. Capturar en los infiernos a Cerbero
    Hércules viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir vivo del Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a sus hijos.

    Heracles simplemente pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero, a lo que éste accedió siempre que Heracles no hiciera daño al perro. En otras versiones Heracles disparó una flecha a Hades y luchó con el perro arrastrándolo fuera del Hades.
Según el Cronicón de san Jerónimo, Heracles completó sus doce trabajos en 1246 a.C. Tras su significado aparente y literal, los mitos griegos siempre ocultaban una tradición mística oculta, y de esta forma los trabajos podían ser interpretados como símbolos del camino espiritual, evidente en el capítulo 11, con su parecido bíblico sobre Edén. Los tres últimos trabajos de Heracles suelen ser considerados metáforas sobre la muerte.

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