10 guarrerías irresistibles

No, esto no estoy hablando de sexo, aunque el tema podría ser orgásmico, de hecho ahora mismo, solo de pensar en este artículo, se me hace la boca agua...y eso que aún falta un buen rato para comer. No puedo resistirme a esta clase de guarrerías, son superiores a mí e incluso sabiendo que no le hacen ningún bien a mi cuerpo. Dejémonos de publicidad, que de eso no gastamos en este blog y abramos apetito, o...abramos mejor uno de estos envoltorios, perfectamente comparable a abrir la caja de pandora de nuestros pecados. Algunos de mis placeres de la vida:

1. Donettes
   Sencillamente incomparables. Ni los rayados, ni los nevados, los auténticos...los de chocolate, esos son los que con esa textura esponjosa y ese toque de chocolate, me traen muchísimos recuerdos de la infancia y los hacen irresistibles. Otro inmenso placer.
   
   
2. Leche condensada
   Lo confieso. Podría beberme una lata de litro a cucharadas en una sentada...¡que digo un litro, un palet!. Me gusta tanto que de hecho, ni la comprar, porque como lo haga, mi dentista va a tener trabajo para rato y al final me va a salir caro. Es simplemente leche a la que le han extraído el agua, lo que hace que quede tan espesa.
   
   La leche condensada azucarada, a diferencia de la no azucarada, no se somete a esterilización posterior. La alta concentración de azúcar debe impedir por si sola el desarrollo de los gérmenes que queden en la leche. Hmm...creo que voy a ir a por una lata.
   
   
3. Helados drácula
   Ni helados caseros, ni almendrados, ni nada...es el drácula, ese helado barato de refrescante nieve en pleno verano, negro por fuera con un sabor cercano a cola, una capa intermedia de vainilla que se acumula sobre todo en la base del helado lo que hace que por una parte quieras llegar al final del mismo y po otra, no quieres que se acabe.
   
   Finalmente ese intenso rojo sangre de dentro, que le da un sabor buenísimo y que nos hace, aunque sea por un ratito, más llevadero el calor. El bocado perfecto para el verano.
   
   
4. Kinder bueno
   El snack de Kinder compuesto por dos barritas de barquillo crujientes, envueltas individualmente y recubiertas de chocolate con leche y con un relleno de leche y avellanas es otra de mis preferidas. Algunas veces desearías que en lugar de 2 barritas, el envase fuera como el bolsillo de Doraemon, del que pudieras sacar una detrás de otra.
   
   Eso sí, mención especial a una infancia marcada por aquellos huevos llamados Kinder Sorpresa y esos ratos haciendo de ingeniero para ensamblar unas pocas piezas para nuestra sorpresa.
   
   
5. Lays Campesinas
   Estas patatas fritas con condimento preparado de vegetales y especias con azúcares y edulcorante como reza su bolsa, tienen un sabor peculiar, que quizás a muchos no les guste. Un sabor agrio, tirando a cebolla, que para mi es otro de los sabores con los que se me desencaja la mandíbula del placer que provoca en mi sentido del gusto. Podría sentarme y comer una bolsa entera de estas patatas como entrante antes de que llegue el plato a la mesa.
   
   
6. Kit-Kat
   Otra de barritas, por favor. Esta vez se trata de cuatro barras unidas formando una tableta de barquillo recubierto de chocolate de Nestlé. Como quizás muchos o todos los chocolates de ésta conocida marca, ésta maravilla no podía ser menos. Cada segundo, 418 de éstas barritas son consumidas en todo el mundo según reza su web...y yo podría perfectamente contribuir a éste dato ahora mismo con mucho gusto.
   
   
7. Fritos
   Auténticas tiras de maíz con sabor a barbacoa. Otra de esas bolsas de patatas que podría comerme en un rato...crujientes, sabrosas, son otra de estas guarrerías irresistibles. Para mí los fritos son las patatas de toda la vida...las que para mí, existen desde siempre, con esas tiras de color amarillo-anaranjado, y esa bolsa roja y granate que apenas ha evolucionado en el tiempo.
   
   
8. Cacahuetes fritos con miel
   Una combinación dulce-salado que me crea una extraña sensación de adicción. Una vez que abro el bote, me resulta imposible parar de comer estos deliciosos cacahuetes con miel enterrados entre azúcar-sal. Y por supuesto, cuando se acaban, me encanta pasear el dedo por el fondo de la lata y comerme esa sal que tan perjudicial será para mi cuerpo...pero una vez más, los cacahuetes de esta marca perteneciente a BIMBO, son irresistibles. Además el producto puede tener pequeñas trazas de otros frutos secos, quizás podría ser ese el toque mágico.
   
   
9. Coca-colas de golosina
   ¿Quién no se acuerda de coger la paga de la semana e ir a comprar esas golosina con sabor a Coca-cola?. Esas golosinas grandes de color amarillento en su parte superior y negras por abajo, y otras mas pequeñas inspiradas en el envase de cristal verde de la famosa bebida, siendo de ese color en su parte superior y negras también en la inferior. Toda una explosión de sabor que me encanta.
   
   
10. Salsa de las patatas deluxe del McDonalds
    Una salsa que nadie sabe cómo se hace, ni si quiera a qué sabe realmente y una salsa que debe ser difícil de copiar, ya que ninguna marca conocida de salsas lo ha hecho. Unos dicen que es salsa vinagreta, otros cebolleta, también se dice que es simplemente mayonesa con mostaza de Dijon, o quizás ciertas especias lo que le da su punto.
    
    El caso es que si como en un McDonalds, para mí es obligatorio mis patatas deluxe con esa salsa cuanto menos intrigante. Un misterio sin resolver que quizás Iker Jiménez podría resolvernos. Esperemos así una visita sorpresa de la nave del misterio a las entrañas cocinas donde reside el secreto mejor guardado de los últimos tiempos...la salsa deluxe.

Comenta ¿cuáles son tus guarrerías preferidas?, ¿coincides?. Así podremos sacar una segunda parte con más de estos irresistibles placeres para nuestro paladar, aunque no sean tan buenos para el resto del cuerpo.