Un grupo de 6 expertos buceadores de National Geographic se sumerge en la que es probablemente la cueva de agua dulce más profunda del mundo, atravesada por este río bajo una montaña, con un agua helada (a unos 5º ó 6ºC), con unos pasadizos muy estrechos y nadando a contracorriente, lo que hace que la exploración sea de una complicación extrema, donde un buzo perdió la vida en 1995 cuando exploraba el pozo principal de la cueva. Los buzos se enfrentan también a la conocida enfermedad por descompresión que pueden sufrir los buceadores, conocida como the bends.
Pese a batir el récord de descenso de submarinismo en agua dulce, 194 metros de profundidad, el equipo no logró encontrar el origen del río, por lo que el misterio sigue en pié, y el equipo volverá de nuevo el año que viene para intentar una nueva inmersión.
El récord de inmersion en agua dulce deja un misterio. Youtube, 04:27. |
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